viernes, 4 de mayo de 2012

La sublevación militar. El desarrollo de la guerra civil. Evolución política de las dos zonas durante la guerra civil

El 17 de julio de 1936, la insurrección militar se inició en Melilla. Desde allí se extendió rápidamente al conjunto del protectorado de Marruecos.

El 18 y 19 de julio, el golpe se extendió a la península y los archipiélagos. Mientras el gobierno de Casares Quiroga reaccionaba con lentitud ante los acontecimientos.

El golpe triunfó en Galicia, Castilla-León, Navarra, con el general Mola en Pamplona, Andalucia Occidental, con Queipo de Llano en Sevilla, Baleares, excepto Menorca, con el general Goded que después se desplazó a Barcelona para ponerse al frente de la insurrección, y Canarias, desde donde Franco, tras asegurar el triunfo del golpe en el archipiélago, se desplazó a Marruecos el día 19 para ponerse al frente del ejército de África. También triunfó en enclaves aislados como Oviedo, con el general Aranda, Granada, donde tuvo lugar asesinato de García Lorca, y Zaragoza con el general Cabanellas.

El fracaso de la rebelión

El golpe fracasó en Asturias, Cantabria y parte del País Vasco, donde el PNV colaboró finalmente con la República, Cataluña, Levante, Madrid, Castilla la Mancha, Murcia y la zona oriental de Andalucía.

Los fracasos más graves tuvieron lugar en Madrid, donde el nuevo presidente Giral entregó armas a las milicias obreras, y en Barcelona, donde una inusual colaboración de los obreros de la CNT con la Guardia Civil y la Guardia de Asalto abortó la insurrección.

En general, exceptuando en Navarra y Castilla-León, la sublevación no tuvo apenas respaldo popular y se basó en las fuerzas militares insurrectas. Factores como las dudas o la resolución de los sublevados y las autoridades encargadas de reprimir el golpe, la capacidad de movilización obrera y el papel de la Guardia Civil fueron claves para entender el resultado final del golpe en cada zona del país.

La división del país en dos zonas: el inicio de la guerra civil

El fracaso parcial del golpe llevó a la división del territorio en dos zonas y al inicio de la guerra.

La zona nacional contaba con las reservas de cereal y ganado de Castilla y Galicia y las minas de carbón leonés y de Riotinto en Huelva. Ante todo, tenía un ejército mucho más preparado que contaba con divisiones íntegras en Castilla, Galicia y Andalucía y, sobre todo, con el Ejército de África, la Legión y los Regulares,
En la zona republicana quedaron comprendidas las regiones industriales, y contaba con el trigo en La Mancha y los productos de las huertas levantinas. También pudo disponer de las reservas de oro del Banco de España. Sin embargo, las unidades del ejército quedaron prácticamente desarticuladas. La mayor parte de los oficiales se sublevaron y el propio gobierno disolvió muchas unidades cuya fidelidad era dudosa. La Armada, sin muchos de sus oficiales, y la Aviación permanecieron en manos del gobierno republicano. 



Brigadas Internacionales en la Guerra Civil Española

Las Brigadas Internacionales fueron unidades militares compuestas por voluntarios extranjeros de 54 países que participaron en la Guerra Civil Española junto al ejército de la II República, enfrentándose a los sublevados contra el régimen constitucional dirigidos por Francisco Franco, que recibió ayuda de la Alemania nazi y de la Italia Fascista.
Según los datos manejados por los estudios realizados en Estados Unidos por la Brigada Lincoln y por el historiador Andreu Castells, llegaron a participar en total 59.380 brigadistas extranjeros, de los cuales murieron más de 15.000; al mismo tiempo los internacionales no sobrepasaron más el número de 20.000 hombres presentes en los frentes en cada periodo de la guerra.
La nacionalidad más numerosa fue siempre la francesa, con una cifra cercana a los 10.000 hombres, buena parte de ellos de la zona de París. La mayoría no eran soldados, sino trabajadores reclutados voluntariamente por los partidos comunistas (Comintern) o veteranos de la Primera Guerra Mundial.
Su base se encontraba en el aeródromo de Los Llanos, en Albacete. Las Brigadas participaron en la defensa de Madrid en 1936, las batallas del Jarama, Guadalajara, Brunete, Belchite, Teruel, Aragón y el Ebro, siendo retiradas a partir del 23 de septiembre de 1938, a fin de modificar la posición ante la intervención extranjera del Comité de No intervención.  



Bnados de la Guerra Civil Española

Bandos contendientes de la guerra civil Española

Se conoce comúnmente como Guerra Civil Española al conflicto bélico que estalló tras el fallo del golpe de estado de un sector del Ejército de España contra el Gobierno legal y democrático de la Segunda República Española y que asoló el país entre el 17 de julio de 1936 y el 1 de abril de 1939, concluyendo con la victoria de los rebeldes y la instauración de un régimen dictatorial de carácter fascista, a la cabeza del cual se situó el general Francisco Franco.

En el bando republicano, el apoyo estaba dividido entre los demócratas constitucionales, los nacionalistas periféricos y los revolucionarios.
Éste era un apoyo fundamentalmente urbano y secular, aunque también rural en regiones como Cataluña, Valencia, País Vasco, Asturias y Andalucía.

Por el contrario, en el bando nacional, el apoyo era básicamente rural y burgués, más conservador y religioso. Sobre todo fueron aquellas clases más o menos privilegiadas hasta entonces, (burgueses, aristócratas, muchos militares, parte de la jerarquía eclesiástica, terratenientes o pequeños labradores propietarios, etc.) que tras la victoria del Frente Popular veían peligrar su posición o consideraban que la unidad de España estaba en peligro
.
Los simpatizantes republicanos vieron la guerra como un enfrentamiento entre «tiranía y democracia», o «fascismo y libertad»,
los partidarios de Franco la vieron como una lucha entre las «hordas rojas» (comunistas y anarquistas) y la «civilización cristiana».